
Silodam es uno de los últimos trabajos del grupo MRDV, grupo de la vanguardia holandesa. Las unidades se agrupan en mini barrios con formas y colores diferentes, sobre el rio IJ en Ámsterdam, para ganarle terrenos al agua.
Silodam es uno de los últimos trabajos del grupo MRDV, grupo de la vanguardia holandesa. Las unidades se agrupan en mini barrios con formas y colores diferentes, sobre el rio IJ en Ámsterdam, para ganarle terrenos al agua.Winy Maas, Jacob van Rijs y Nathalie de Vries unieron algo más que las iniciales de sus apellidos para conformar el estudio arquitectónico MVRDV: estos tres holandeses de entre 37 y 42 años potenciaron sus ideas y se convirtieron en exponentes de las nuevas generaciones de arquitectos a nivel internacional.Como parte de las últimas vanguardias arquitectónicas holandesas, MVRDV se apartó de la deconstrucción declamada por camadas anteriores y basó sus obras en formas más amables a través de pliegues y dobleces. La idea es sencilla pero revolucionaria: llegó la hora de adaptarse y adaptar las obras a la condición variable del mundo, en lugar de expresar sus quiebres como lo hacen los deconstructivistas.A pesar de su postura más cómoda en apariencia, los críticos consideran este tipo de arquitectura como subversiva: es una arquitectura donde los pisos se curvan y transforman en muro, los desniveles del suelo extienden a la construcción los accidentes del terreno y los límites entre interior y exterior se desdibujan. Así lo expresa MVRDV en muchos de sus trabajos. Para estos jóvenes holandeses, discípulos de Rem Koolhaas, la fórmula de diseño para enfrentar la complejidad es ahora la distorsión geométrica.La última obra encarada por MVRDV se llama Housing Silo Amsterdam (Silodam). Se trata de un edificio de 10 pisos, con 20 metros de ancho y 120 de largo, donde se distribuyen 157 departamentos para alquiler y venta. Gracias a la gran demanda de distintos tipos de vivienda en la misma edificación, el estudio decidió diseñar una obra con la mayor cantidad de tipologías posible. Según sus características, los departamentos se agruparon en mini-barrios, de entre 4 y 8 viviendas, que se transforman según los deseos del cliente. La ubicación de los barrios crea un rompecabezas que puede leerse en la fachada: cada parte se expresa con diseños y colores diferentes. La disposición estratégica de los núcleos de circulación es lo que permite la gran flexibilidad de armado en planta y corte. Las casas no sólo difieren en tamaño, sino también por la diversidad en la cantidad y dimensión de ambientes, sus niveles, elementos constructivos, espacios exteriores y hasta tipos de ventanas.Silodam es un excelente ejemplo de otro concepto desarrollado por MVRDV: la idea del corte libre. Como sucede en una de sus obras más famosas, Villa VPRO, el espacio no fluye sólo en sentido horizontal, sino que se extiende en forma vertical por medio de los pisos que se curvan y pliegan como olas de hormigón. Esta idea constituye un paso más allá de lo experimentado por los arquitectos modernos con la planta libre. Tanto en Silodam como en Villa VPRO la fachada no fue diseñada como muro sino como expresión del corte.Otra constante en el trabajo de este estudio holandés es la investigación sobre temas urbanos relacionados con la alta densidad de población. Sus obras se erigen en base a datos políticos y económicos y a la realidad donde les toca actuar. Winy Maas suele decir que, en ese sentido, los sucesos no condicionan los resultados, más bien se usan para agudizar la inventiva formal a través de la arquitectura como herramienta. Silodam no es la excepción. A la ciudad de Amsterdam le faltan tierras, por eso el proyecto se diseña sobre el río IJ, para ganarle terreno al agua.
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